¿Carrocerías innovadoras? Una con alma, “y alas”, de gaviota

Es uno de los coches más bellos de la historia, y para muchos es considerado como el  deportivo del siglo XX. Hablamos del Mercedes-Benz 300 S.L. “Alas de gaviota”. Y no es para menos: era lo bastante especial como para que el gran artista, Pablo Picasso, guardase uno en su garaje... ¡pese a no saber conducir!

Alas de gaviotaLa idea de su nacimiento tuvo mucho que ver con el deseo de Mercedes-benz de regresar triunfalmente a los circuitos de carreras, una vez finalizada la Segunda Guerra Mundial.

Por aquella época, la marca era sinónimo de robustez... y por tanto de peso. Y ése fue uno de los primeros problemas a los que se enfrentó el equipo que participaba en el proyecto: conseguir una carrocería innovadora; mucho más ligera.

Para ello crearon una estructura tubular que apenas pesaba 50kg. Increíble, ¿verdad? Pero, (siempre hay un pero) planteaba un problema de espacio para las puertas comunes. Para solventarlo, idearon un sistema de puertas que se abrían hacia arriba y que acabarían por convertirse en su mayor seña de identidad. De ahí, las “alas de gaviota”.

Todos los detalles estaban perfectamente medidos en favor de la aerodinámica. Incluso, inclinaron 50º el motor para conseguir una altura final del coche de sólo 1m 225 milímetros y un peso de 1.060 kilos. Además, el superdeportivo contaba con un motor M194 con 175CV.

El Mercedes 300 S.L. recibió ese nombre siguiendo los criterios de la marca: 300 por su cilindrada de 300 litros y las siglas S.L. vienen de sportlich (deportivo) y leich (ligero). De hecho, hoy en día Mercedes-Benz sigue utilizando esas siglas para distinguir a sus mejores deportivos.

El coche con alma de gaviota fue presentado en marzo de 1952, y apenas dos meses más tarde, a principios de mayo, compitió en la mítica Mille Miglia de Italia, en la que consiguió un honroso cuarto puesto.